lunes, 1 de diciembre de 2008

Algo va mal en Madrid...

Quería desviarme un poco del tema de gestión del conocimiento para hablar un poco de política...no voy a hablar de partidos políticos ni de ideales, cada cual tiene derecho a pensar lo que quiera... El Logo de este blog es Espejo de lo que somos, un lema del PP en las últimas elecciones pero no es por ello por lo que lo puse sino por "Espe-jo de lo que somos", pero eso no implica que esté a favor de las politicas del Señor ZP. Todo esto viene por la noticia que he leído hoy en el 20 minutos sobre la prohibición de vender artículos de broma en la plaza mayor por no respetar la tradición navideña (léase aquí).

No voy a tratar, al menos ahora, los polémicos anuncios de la DGT (donde, como los hombres somos los únicos que maltratamos, somos los únicos que no le ponemos el cinturon al niño) y de Si eres legal eres legal (campaña de hipocresía del gobierno ya que nos llama ladrones cuando nos cobra canones pasandose la presunción de inocencia por donde todos sabemos) ni tampoco voy a hablar de las políticas internacionales ni las económicas a c/p que solo hacen preparar al pais para caer en crisis cada vez más grandes pero son perfectas para que los ciudadanos veamos que grandes y que listos son nuestros políticos. Sino de lo que es digno y no es digno. Gallardón dice que los hombres publicidad y repartir panfletos es un trabajo indigno (parece que solo en el centro de Madrid), pero ganarse la vida con lo que uno pueda nunca será indigno (ya sea porque un joven quiera ganar un dinerillo o porque una persona necesite comer), pagar una obra con un cheque en blanco de los bolsillos de los ciudadanos es indigno, censurar y privatizar servicios publicos como la televisión, hospitales... es indigno (lo sé, esto es gracias a la presidenta de la comunidad) y decir que la venta de artículos de broma en la Plaza Mayor es romper con la tradición navideña y que moverlo a unos 100 metros (a la plaza de Santa Cruz) ya no lo es... es una estupidez.

A ver señores presidentes, representantes de la ciudadanía ya sean líderes peperos o socialistas...¿la crisis os ha afectado a la lógica? Los artículos de broma llevan más de 20 años en la plaza mayor ¿y ahora lo prohibís porque no es tradición de navidad? ¿Lo siguiente va a ser prohibir el 28 de Diciembre? ¿Pagarán las reformas de sus casa pagándole con un cheque en blanco a la constructora? ¿No os dáis cuenta que intentar privatizar e impedir el acceso a hospitales (a mi, por no estar empadronado solo me dejan tener 3 meses de médico de cabecera en madrid y otros 3 si me quejo mucho, lo que va en contra de los derechos de todo español) en vez de ampliar los servicios solo os crea mala imagen? ¿Desde cuándo trabajar es indigno? ¿O es que habéis dejado de ser personas y ahora consideráis mal que haya gente trabajando en la calle? Pensad que siempre es mejor que trabajen en la calle y no que estén mendigando. Lo siguiente, ¿Qué será? ¿Prohibir los piropos de los obreros porque no es digno? (lo sé, a veces puede llegar a ser incómodo y otras te sube la moral, pero no deja de ser libertad de expresión).

Ainss... Solo os diré, señores políticos que, como decía mi madre: "Os voy a dar una hostia que os vais a dejar de tantas tonterías" (entendedme, no es una amenaza ni violenta, es solo la expresión cansada y estresada de mi madre y por genética mia al ver vuestras estupideces)

¿Por qué Mahou dan cervezas gratis?

El grupo Mahou San Miguel, al igual que otras muchas empresas, realiza visitas a sus distintas fábricas (la de Alovera, Burgos, Lleida y Málaga: http://www.mahou-sanmiguel.com/) nos centraremos en la de Alovera donde fuimos hace un par de semanas.

Sin duda estas visitas no es sino otra estrategia de Marketing para vender más, pero no vender entradas en otro suculento negocio ni tampoco para vender sus productos (al menos no directamente) sino para vender imagen de marca. Alguien, no recuerdo ahora quien, preguntó tras la visita si aquello le salía rentable a Mahou. La respuesta es simple, sí. Los costes de esta visita no son elevados: Hacen dos visitas al día de un grupo aproximado de unos 15. Un guía, limpieza específica de las partes de la visita (aunque intente ser fiel, no se puede dar una imagen de empresa sucia así que la limpieza es básica para dar buena imagen), mantenimiento de los audiovisuales, cervezas y aperitivos para los visitantes así como alguien para servirlos y finalmente una persona regalando dos jarras de San Miguel y Mahou con una bonita y destiñible bolsa de la empresa. Eso sin contar las dos personas que recogían datos de los asistentes con la excusa de mandarnos una foto. Lo que vemos es que el gasto no es excesivamente elevado, el problema es que no podemos calcular exactamente la rentabilidad que tiene.

No podemos conocer el ROI pero sabemos que mejorar la imagen de marca es básica para cualquier empresa, estas visitas mejoran dicha imagen gracias a las técnicas cinematográficas (no recuerdo el nombre, pero en una sala oscura, cerca de una gran pantalla hace que los que la ven se "formen parte" de lo que ven), las llamativas bolsas que llevas hasta tu casa como si fuera una publicidad móvil, etc.

No podríamos despedirnos sin hablar de lo que ha estado comentando Fernando de forma casi continua y lo que le gusta más que formar una vajilla con las copas que le dan en Mahou (¿Cuántas tenía ya? ¿12, 14 copas?) y es la distribución del tiempo que hacen en la fábrica. En Marketing no se hace nada sin haberlo estudiado previamente hasta el último detalle y el tiempo es básico, si la visita fuera muy veloz sería desagradable, tendríamos la sensación de que vamos a molestar... y somos potenciales clientes así que nos tienen que hacer sentir bien, pero no puede ser excesivamente larga ya que nos cansa. Tal y como ocurrió la presentación tiene que ser amena y rápida, los medios visuales no deben de durar más de varios minutos ya que se ven de pie y eso cansa a los visitantes, la parte de embotellamiento tiene que ser suficientemente larga para que veamos con detalle como trabajan las máquinas y que no nos de sensación de que necesitamos más tiempo y finalmente el bar. Lo último y más esperado por los universitarios (y por los dos hombres de unos cuarentitantos que iban con nosotros que llegaron ya borrachos). Su posicionamiento al final de la visita está claro, si fuera lo primero, el resto sería inútil. Además la gestión que hacen es impecable, lo suficiente para que pruebes un par de sus cervezas (lo sé, pedí una Heineken y solo tenían cervezas del grupo pero que le vamos a hacer, ya propuse ir a la de Amsterdam de Heineken pero parece que va a ser que no) y tomes algunos aperitivos y descanses antes de que te lleven a la tienda y te pidan hasta el número de pie para tener la foto ;)